"Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo."
Proverbios 27:17
La vida cristiana no fue diseñada para vivirse en soledad. Desde el principio, Dios nos creó para vivir en comunidad, para caminar juntos en la fe, apoyándonos unos a otros, creciendo en amor y verdad. Los pequeños grupos son espacios íntimos donde aprendemos que la iglesia es una gran familia, donde podemos compartir la Palabra, orar juntos, animarnos en las luchas y celebrar las victorias.
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." (Hechos 2:42)
Los grandes cambios espirituales muchas veces comienzan en grupos pequeños.
Es allí donde el Evangelio se hace real en la vida diaria, donde nacen amistades profundas, y donde Dios transforma corazones de forma poderosa.
"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones." (Hechos 2:42)
Los grandes cambios espirituales muchas veces comienzan en grupos pequeños.
Es allí donde el Evangelio se hace real en la vida diaria, donde nacen amistades profundas, y donde Dios transforma corazones de forma poderosa.
